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NOTICIAS Y COMENTARIOS
Reproducimos los comentarios del periódico La Razón, que nos han parecido muy objetivos.
 

COMENTARIOS DEL DIARIO "LA RAZON"

16 y 17 de Septiembre 2006

LA RAZON - 16 DE SEPTIEMBRE DE 2006

Editorial, pág 6.

En el punto de mira islamista

La reacción integrista contra el Papa por sus referencias al islam no es inocente ni espontánea

Como ya sucediera con la polémica sobre las caricaturas de Mahoma, gobiernos, organizaciones religiosas y militantes musulmanes de todo el mundo han reaccionado de forma tumultuosa a unas manifestaciones del Papa que entienden ofensivas contra el islam. Durante su viaje a Alemania, y recurriendo a un diálogo entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1391) con un persa, Benedicto XVI resaltó que el mandatario decía a su interlocutor que en Mahoma sólo se veían "cosas malas e inhumanas, como su orden de difundir la fe usando la espada", mientras que el Corán proclama que "ninguna obligación en las cosas de la fe". El Papa dijo además que la "yihad" (guerra santa) va contra Dios y consideró "irracional" defender la religión con la violencia. Desde el Gobierno de Pakistán a su Parlamento, pasando por los de Afganistán y Turquía u organizaciones de musulmanes británicos o austríacos, los palestinos de Hamás y Al Fatah o la Hermandad Musulmana de Egipto han exigido una rectificación de forma inmediata y algunas voces han invitado incluso a los gobiernos y sociedades islámicas a romper relaciones con el Vaticano. Desde Roma, sin embargo, se ha argumentado con serenidad que Benedicto XVI sólo pretendía mostrar su rechazo a la violencia que se escuda en la fe y que su pronunciamiento "no era un ataque, sino una mano tendida, porque reivindica el valor de las culturas religiosas.

El Santo Padre se limitó a denunciar a los extremistas que dicen defender la fe con la violencia criminal de la Humanidad, entre ellas el islam".

Una reflexión impecable e irrebatible para quienes ven en la religión una esperanza y una guía moral al servicio del hombre y no una herramienta justiciera al servicio del fanatismo. Las desproporcionadas reacciones del mundo radical islámico no parecen, en buena parte de los casos, ni inocentes ni espontáneas, sino que se enmarcan en una dinámica de enfrentamiento con el mundo occidental alimentada por los elementos más extremistas, los mismos que han auspiciado e impulsado la violencia terrorista contra los países democráticos. El islamismo se sirve de todo tipo de coartadas para atizar a sus bases y alimentar una espiral de violencia en la que crecer y justificarse. Sin embargo, el hecho de que ahora sea nada menos que el Papa el objeto del ataque, supone un salto cualitativo. Ya no se trata de tal o cual dirigente político, intelectual o cultural, sino de la máxima autoridad del cristianismo, el último peldaño al que deseaban llegar los fanáticos islamistas desde hace años. Es posible que a partir de este episodio, de evolución incierta, se caigan algunas vendas de ingenuidad con la que no pocos dirigentes occidentales se tapan los ojos ante el radicalismo musulmán. Pero también cabe exigir a los creyentes musulmanes, empezando por los que viven en España, un pronunciamiento inequívoco contra la violencia al servicio de causas religiosas.

 

LA RAZON - 16 DE SEPTIEMBRE DE 2006

Internacional, págs 22-23

El islamismo radical arremete contra el Papa por criticar la Yihad

En una revuelta organizada, grupos religiosos y políticos exigen al Pontífice que pida perdón por el polémico discurso en Alemania

Como con las viñetas de
Mahoma, el mundo
musulmán acusó ayer al
Papa de sembrar el odio por
criticar la guerra santa.

Ángel Villarino

Roma.- Ha bastado una chispa para hacer explotar una cadena de reacciones violentas en el mundo musulmán. Por el momento, el discurso pronunciado el lunes por el Papa Benedicto XVI tan sólo ha cosechado ataques verbales, pero desde las televisiones hasta los portales de internet ya se amenaza con una reacción parecida a la que provocaron las tristemente famosas viñetas de Mahoma si el Pontífice no se retracta de lo dicho en Alemania. Desde los micrófonos de Al Yazira hasta las sedes parlamentarias de decenas de países árabes, pasando por las mezquitas europeas, se repiten las críticas descarnadas contra el Papa. Todo por una citación sobre el Islam, puesta en boca de un emperador bizantino del siglo XIV, dentro de un discurso académico que giraba en torno a un argumento meramente teológico: la relación entre la fe y la razón. Cualquier excusa sirve cuando la susceptibilidad está en carne viva.

Las protestas se han extendido por toda la orbe islámica. (…). Tan sólo el jefe de la comunidad musulmana de Alemania, Aiman Mazyek, quizá uno de los pocos que pudo acceder al discurso completo, afirmó que no encontró «ningún ataque al islam» en las palabras del Papa.

En algunos casos, como el turco, las reacciones se tornaron preocupantes. Muchos acusaron al Pontífice de «incitar el terrorismo» y otros aseguraron que «dio a las tropas de EE UU un pretexto para seguir matando a los mahometanos». El ayatolá Ahmad Jatamí, uno de los destacados clérigos chiíes de Irán, llegó a asegurar que «es una prueba de la ignorancia del Papa sobre la tolerante religión islámica». «Es deplorable que el Papa perjudique al islam y lo vincule con la violencia y la expansión. Estoy seguro de que el mundo musulmán responderá de forma adecuada a estas ridículas declaraciones», agregó Jatamí durante la plegaria del mediodía de ayer. En Líbano, Palestina, Egipto, Irak, Arabia Saudí y Jordania se registraron reacciones similares.

En algunos casos, como el turco, las reacciones se tornaron preocupantes. Muchos acusaron al Pontífice de «incitar el terrorismo» y otros aseguraron que «dio a las tropas de EE UU un pretexto para seguir matando a los mahometanos». El ayatolá Ahmad Jatamí, uno de los destacados clérigos chiles de Irán, llegó a asegurar que «es una prueba de la ignorancia del Papa sobre la tolerante religión islámica». «Es deplorable que el Papa perjudique el islam y lo vincule con la violencia y la expansión. Estoy seguro de que el mundo musulmán responderá de forma adecuada a estas ridículas declaraciones», agregó Jatamí durante la plegaria del mediodía de ayer. En Líbano, Palestina, Egipto, Irak, Arabia Saudí y Jordania se registraron reacciones similares.

El Parlamento de Pakistán aprobó una resolución en la que se piden disculpas

Casi todas las voces críticas exigen lo mismo: que el Papa se retracte y pida perdón. Un clérigo chií libanés, Mohamad Husein Fadlalah, fue más allá y acusó a Benedicto XVI de sucumbir a la propaganda de los enemigos del Islam, instándole después a disculparse de modo personal y no a través de los canales del Vaticano. Las palabras del Papa fueron criticadas por numerosos oradores en las mezquitas de El Cairo, incluida la de Al Azhar, la más prestigiosa del Islam suní, y en la que centenares de personas pidieron la expulsión de los embajadores del Vaticano en los países islámicos. Los manifestantes, entre los que había figuras políticas, llevaron pancartas en las que se podía leer frases como «la Guerra del Vaticano es una continuidad de la Guerra de Bush contra el Islam».

LAS FRASES

• La cita de Manuel II utilizada por el Papa dice que Mahoma ha traído «cosas malas e inhumanas como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que predicaba». Y añade: «No actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios».

• A partir de esta última expresión, el Papa construyó su discurso sobre la necesidad de relación entre la fe y la razón, «ya que sólo así podremos lograr ese diálogo genuino de culturas y religiones que hoy necesitamos con urgencia».

Las protestas no se circunscriben a los clérigos y los sectores radicales. También muchos políticos, como el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Ahmed Abdul Gheit, han alzado la voz. «Las palabras del Papa pueden obstaculizar los esfuerzos para el acercamiento entre Oriente y Occidente», dijo éste. Por no hablar del líder espiritual de los Hermanos Musulmanes egipcios, Mahdi Akef, quien lamentó el hecho de que las palabras del obispo de Roma «pueden propagar el odio entre los seguidores de las religiones monoteístas». Reacciones parecidas se cosecharon en Siria, Jordania, entre los palestinos y Somalia, por poner algunos ejemplos.

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La opinión pública
italiana ha comenzado
la defensa pública del
Pontífice
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En Italia, país que más de cerca sufre las crisis vaticanas, la opinión pública y la clase política ya comenzaron a movilizarse. El editorialista de «Corriere della Sera» Mahdi Allam, uno de los mayores expertos en asuntos árabes de Europa, dedicó un largo artículo a la reacción del mundo árabe, en el que califica de «desalentador la imagen de los musulmanes que han dado vida a un frente internacional unitario para atacar al Papa». Para Allam, «la raíz del mal es una ciega ideología del odio imperante entre los musulmanes que viola la fe y llena de tinieblas la mente». Se pregunta el editorialista de origen egipcio: «¿Por qué los musulmanes, sobre todo los que llamamos moderados, no se sublevan contra los verdaderos y eternos profanadores del Islam, los terroristas islámicos que masacran a los propios musulmanes en el nombre de Dios?».

 

Turquía, aspirante a la UE y próximo
destino del Papa, el país más crítico

Á . V.

ROMA.- Las reacciones más críticas y virulentas al discurso que impartió Benedicto XVI el pasado martes vinieron de la mano del presidente de la máxima autoridad religiosa de Turquía, Ali Bardakoglu, quien afirmó el jueves que el Papa no debería realizar la visita que tiene programada a este país. «No creo que obtengamos nada positivo con la llegada en el mundo musulmán de un hombre con ideas como las suyas sobre el profeta Mahoma», afirmó desde el Comité de Asuntos Religiosos de Turquía.

Este país, que ha iniciado ya las negociaciones para entrar a formar parte en la UE, tenía previsto recibir la visita del Papa en noviembre. Un viaje programado para unir lazos con los turcos, después de que el Papa, cuando todavía era cardenal, se mostrara opuesto a que Turquía entrara en el club europeo.

En este sentido, Ali Bardakoglu, quien reconoció no haber leído el texto original del discurso papal, sino tan sólo referencias sobre el mismo publicadas en la Prensa turca, aseguró que «antes de venir tendría que cancelar el rencor de su corazón y sustituirlo con valores morales y respeto por los prójimos».

Ali Bardakoglu insistió en que el Papa debe retractarse públicamente de sus palabras y calificó el discurso de «provocador», «hostil» y «lleno de prejuicios». Es más, aseguró que las palabras del Papa llaman a la guerra entre religiones. «La Iglesia lanzó las Cruzadas porque consideraba al islam como un enemigo. Estas palabras del Papa parece que son el reflejo de la Guerra Santa y de una mentalidad de las Cruzadas que se encuentra escondida en su mente», afirmó el director de Asuntos Religiosos.

 

LA RAZON - 16 DE SEPTIEMBRE DE 2006

pág. 23

Silencio o martirio

La reacción de un sector del mundo islámico a las palabras de Benedicto XVI acerca de la violencia que algunos musulmanes practican basados en una interpretación fundamentalista del Corán, ha puesto sobre la mesa la gravedad de la situación.

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Las palabras de Benedicto X
las comparten muchos musulmanes
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No estamos ante una agresión a los legítimos sentimientos religiosos, como la publicación de las caricaturas de Mahoma –que la Santa Sede condenó tajantemente–. Se trata de unas palabras pronunciadas en un contexto académico, que comparten públicamente muchos musulmanes, dichas por un hombre como el Papa que ha dado múltiples pruebas de su respeto por esa religión.

Que algo así pueda provocar una reacción como la que se está produciendo es muy preocupante. Lo es, por supuesto, para el propio Pontífice –tiene previsto viajar a Turquía en noviembre, pero las palabras del ministro turco de Asuntos Religiosos le convierten en un fácil blanco de los extremistas–. Lo es para el mundo, que vive en un clima de temor constante ante el terrorismo suicida del sector más fanático del Islam.

Pero lo es para la inmensa mayoría de los seguidores de Mahoma; me refiero a esos que dicen que el islam es una religión de paz; una actitud como la que están mostrando sus correligionarios, no sólo les desacredita, sino que les hace cada vez más esclavos de los violentos; por eso mismo, son ellos los que deberían salir a defender al Papa, pues al hacerlo se están defendiendo a sí mismos y a su forma de entender su religión, que según ellos es la verdadera. Tal y como están las cosas, parece que al resto del mundo sólo le quedan dos caminos ante este tipo de islam: la sumisión y el silencio, o el martirio.

¿No podría haber una tercera vía?

 

LA RAZON 17 DE SEPTIEMBRE 2006

Sección El Puntazo

Fernández da lecciones al Papa, pero se olvida de los violentos

El portavoz de la Junta Islámica de España, Yusuf Fernández, pidió ayer al Vaticano una rectificación pública por el discurso del Papa en Ratisbona (Alemania). Fernández lo juzga «desafortunado» e «inexacto». Y ha añadido: «Creo que el Vaticano debe apostar por la alianza de civilizaciones y el diálogo y en ningún caso por la confrontación ni por las críticas». Resultan llamativas la decisión y prontitud con la que ha reaccionado Fernández a una reflexión teológica que ha sido manipulada por los mahometanos integristas. Y también resulta tranquilizador su llamada al diálogo y la alianza de civilizaciones. Lástima que Fernández no sea consecuente con lo que predica y no haya obrado con igual prontitud y energía contra las amenazas de muerte que sus hermanos en la fe han lanzado sobre periodistas como Gabriel Albiac o políticos como Arístegui. También se echa en falta que no haya condenado los ataques de ayer con bombas contra varias iglesias a manos de los islamistas. (…)

 

LA RAZON 17 DE SEPTIEMBRE DE 2006

Internacional

http://www.larazon.es/noticias/noti_int2746.htm

El rey de Marruecos lidera la repulsa del mundo musulmán a las palabras del Papa

Tánger.- La ola de airadas protestas que ha provocado en el mundo musulmán la intervención del Papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona acerca de la «irracionalidad de la guerra santa («yihad») y de la imposibilidad de «propagar la fe por medio de la violencia», ha alcanzado al Palacio Real de Marruecos. El soberano alauí ha llamado a consultas a su embajador en el Vaticano, Ali Achour, por las «palabras ofensivas» pronunciadas por el Papa, y ha enviado una carta escrita de protesta por sus opiniones manifestadas en una intervención ante un grupo de académicos y científicos. Aunque el tono de la misiva de Mohamed VI no ha sido divulgado, es la primera vez que el rey de Marruecos cede ante la presión de «la calle» musulmana, y se suma a la oleada de críticas contra el cristianismo, el Vaticano y la persona del Papa. El hecho de enviar un documento escrito prueba el nivel de la tensión creada entre el Occidente cristiano y el mundo musulmán. Su padre, Hassán II, en sus 38 años de reinado, se cuidó mucho de mantener una relación temperada, de mediación y de diálogo con el Vaticano, a pesar de los momentos de tensión vividos con motivo de las guerras de Israel con el mundo islámico y de los numerosos conflictos del Occidente cristiano con los árabes. En cambio Mohamed VI se ha hecho eco de la oleada de críticas procedentes del mundo árabe e islámico, lo que muestra la profundidad de la crisis en curso y su previsible radicalización. De todos los países musulmanes, el más prudente a la hora de criticar al Papa y al Vaticano es precisamente Marruecos, según se estima en los círculos diplomáticos en Rabat. No sólo por el papel conciliador de la monarquía alauí, sino porque Marruecos, al igual que otros países islámicos, recibe un sinfín de apoyos sociales por parte de la Iglesia, de congregaciones, asociaciones y ONG cristianas. Sin embargo la presión a la que se ve sometido el soberano marroquí es de tal calibre, que se ha visto obligado a sumarse a la avalancha de protestas procedentes del mundo musulmán. Los partidos islamistas en Marruecos reaccionaron desde el primer día condenando sin paliativos lo que consideran un ataque del Vaticano al islam como religión. Y aunque el Gobierno marroquí y los partidos democráticos han guardado silencio, la presión popular ha terminado por vencer. En los países vecinos de Marruecos, la protesta es igualmente viva y pertinaz. La Asociación de Ulemas Argelinos, la mayor autoridad religiosa en el país, condenó ayer las palabras de Benedicto XVI, al igual que lo ha hecho el partido en el poder, Frente de Liberación Nacional (FLN). Lo mismo ha hecho el Consejo Superior Islámico en Túnez, «indignado por la intervención del Papa contra el islam». El presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, advirtió que su país revisará sus relaciones con el Vaticano si el Papa Benedicto XVI no ofrece disculpas por haber «perjudicado el islam». Saleh, quien instó al resto de los países árabes a tomar una decisión similar, hizo esta declaración en un discurso electoral.